martes, 21 de junio de 2011

Quererte Como Siempre



Quién puede encontrar dentro de tus pupilas aquello que me pertenece.
Mi vida, te encuentras vacía desde el momento en que me miraste por primera vez y que yo te miré por primera vez. Te quedaste vacía de una existencia que pasó a formar parte de mí, así como yo también me quedé vacío por entregártelo todo.
El tiempo no ha logrado llenar ese espacio que inspiraste. Todo gira a mí alrededor como un intento de encontrar un poco de vida.
No existen formas ni colores en este mundo. Solo existe un recuerdo que jamás se podrá olvidar. Todas las vidas que me quedan por vivir, todos los espacios que tendré que recorrer y todos los cuerpos  que tendré que amar sentirán el frio de tu presencia extinta en un momento preciso de mi historia.
Siento que esta deshumanización que lograste en mí, trascenderá el tiempo, el espacio y estará encarnada en mí como una enfermedad incurable, vaya ironía que mientras a todos regalas salud a mí me matas un poco cada día.
Silenciar los ecos de mi mente que tienen el timbre de tu voz es imposible, miles de Tus gritan dentro de mí. Me desbaratan, me rompen la cabeza, me incitan a encontrarte en las fotos que quedaron vivas al exterminio de los recuerdos.
Te veo tan quieta en esas fotos, como simulando ser una estatua y no puedo dejar de verlas, tengo la esperanza de que se mueva aquella figura que la magia de los colores y formas han conseguido hacer. Pero pasa el tiempo, ya es tarde, y te mantienes estática, y aunque tengo la certeza de que jamás se va a mover es solo cuestión de acostarme en la cama, y tras luchar contra ese insomnio que devora mi descanso, quedarme profundamente dormido para poder admirarte de nuevo a mi lado, acostados y respirando un mismo calor de vela, sintiendo un mismo aire, una misma soledad, un mismo silencio, una misma caricia.
Fundirnos y dejar de ser entes individuales y apropiarnos de todo el espacio y de todos los tiempos y regalarnos todo y vaciarnos y volvernos a llenar y todo al mismo tiempo, y morir, y renacer, y todo eso, y todo lo que hemos vivido.
Quisiera vivir así casa instante de mi tiempo. Pero es imposible, ya no estás, ya te moriste. Ya eres inalcanzable. Aceptar la idea de tu muerte no es fácil. Prefiero soñar contigo y creer que esa es la realidad, y que esta vida es una eterna pesadilla donde tú ya no estás.
Te pido que aparezcas como algo más que un recuerdo. Materialízate en las tristes formas con las que convivo-sobrevivo. Aviéntame con tu fuerza sobre el suelo y forma aves con las nubes. Recoloca las estrellas según las formas de tus lunares, créame de nuevo tu cuerpo para que en este mundo tan finito pueda sentirlo con la infinitud que siempre poseía.
La oscuridad y el frio invaden mi alma, acabo de recordar que en realidad no te quise y que todo lo dicho es una estrategia de mi pensamiento para tratar de recordarte, pensarte, traerte, y hacer que te sientas pensada. Quererte como siempre.