viernes, 14 de enero de 2011

La llegada



Desde lo alto, en el borde del acantilado, vio como arribaban a la orilla los “extraños”; tenían, todos ellos, dos brazos en lugar de tentáculos, dos piernas en lugar de tentáculos, una lengua en lugar de tentáculos, ojos en lugar de tentáculos. La profecía se cumplía después de mil años: los espantosos humanos habían llegado.


Leo Salas Z

Las Nubes



Si te fijas detenidamente en la gentileza de aquella nube que permite su abstracción haciendo de ti cómplice de todas sus formas, sentirás ser como un céfiro nómada que choca contra migas de agua suspendidas en el aire, otorgando forma a alguno de sus esponjosos extremos.
Si llenas tu mente, y tu alma, de besos que siempre quisiste dar, pero que también te fueron negados: besar a tu prima de labios vírgenes, a la chica que baila como mariposa a tu alrededor, pero desconoce tu existencia, a la mujer con la que chocas en el centro comercial y encuentras morada en su mirada, o a la anciana tan inteligente que lee novelas de hace un siglo mientras a ti te colocan una sonda uretral…
Si finges por un segundo estar realmente vivo y ver el mundo como lo ven los pájaros, acertando la profundidad de las cosas, ver el panorama más ancho que el límite, entregarte a vuelos matutinos, y al descanso en la noche, tener los ojos cansados de tanto observar; si haces de tu vida un eterno delirio de pasión, podremos decir por primera vez, vez verdadera, y viendo nuestra imagen en el espejo, “Sal de ahí para amarte”
Leo Salas Z.

lunes, 10 de enero de 2011

Curado

 

... para cuando intentes volver, la única puerta por donde podías entrar estará cerrada... pero pienso: debí considerar mejor y haber puesto algunas paredes a pesar de que nos gustaba desaparecer las estrellas al amanecer... 

 

leo salas z.